Mateo 22
2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; 3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas estos no quisieron venir.
5 ... mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; 6 y otros tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.
El final de esta parábola es que terminaron invitando a todos los que estaban en la calle a la boda, porque aquellos para quienes se preparó, no quisieron ir.
Creo que lo que he aprendido anoche está íntimamente relacionado con los versículos anteriores. Durante meses hemos venido realizando eventos del Ministerio Timoteo bajo la visión de querer darle a la juventud y a los matrimonios jóvenes las herramientas necesarias para iniciar un buen matrimonio, para mejorar las áreas más importantes de nuestras vidas: Las áreas familiares, matrimoniales, la relación con los hijos, la instrucción de los mismos, la vida de los hijos, etc. Muchas veces no nos damos cuenta que el futuro de nuestros hijos está en nuestras manos, aún cuando estos ni siquiera han nacido.
Pero que decepción más grande ver que la gente no quiere escuchar eso. La gente está más interesada en hacer dinero, en reuniones, en terminar el trabajo, en alcanzar metas académicas y en cualquier otra cosa relacionada con la obtención de dinero y mejorar su status financiero, que en mejorar su vida personal.
El concepto de "Buen Matrimonio" ni siquiera se pasa por la mente. El matrimonio desechable es lo más fácil y la certeza del fracaso matrimonial en la juventud de hoy es el "status quo", lo normal, lo que hay que esperar y simplemente dejar en el camino, mujer, hijos, etc. porque nada es para siempre.
Todos queremos prepararnos para la vida de la mejor manera posible, una carrera, una maestría, un PhD quizás.... pero no nos damos cuenta que un título universitario NO garantiza que nuestras hijas llegarán vírgenes al matrimonio. No garantiza que nuestros hijos sean obedientes y mucho menos garantiza la fidelidad de la pareja. Una maestría puede hacer que mi billetera tenga un poco más de flujo de efectivo, pero no garantiza la salud de mis hijos.
De un fracaso laboral, un despido o bancarrota, cualquiera se levanta. Pero de un fracaso matrimonial, de un divorcio, de una infedelidad, de hijos malcriados, drogadictos, alcohólicos, etc... es muy difícil levantarse y MUCHO MAS DOLOROSO.
He visto con mis propios ojos, muchas parejas, jóvenes, que están juntos solo "porque ni modo". Es justamente eso lo que tratamos de evitar.
Tratamos de darles una mano, pero no quisieron.
Tratamos de explicarles un poco acerca de los misterios de una relación de pareja, pero es mejor ser licenciado o ingeniero. Lástima que las "ecuaciones diferenciales", las "integrales", la "dinámica", la "mecánica de fluidos", la "resistencia de materiales" y la tésis de poco ayudan a resolver un problema con tu esposa cuando está llorando en la cama pidiendo respuestas.
Tratamos de dar un consejo a tiempo, pero nadie lo quiere. Es como el calentamiento global, todos saben del problema, pero nadie hace nada al respecto.
Esto no significa que Ministerio Timoteo tire la toalla, por el contrario, solo es de buscar a los que si lo quieren. Es triste ver que las personas que uno ama, las personas que uno aprecia, para quienes uno desea el bien, no aprecian este esfuerzo.
Como el Rey de la parábola, ya aprendimos, ahora vamos y llamemos a todos los demás, porque aquellos para quienes fue preparada la fiesta, no quisieron venir.
Que el Señor bendiga tu vida.
martes, 15 de diciembre de 2009
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