Es pues la Fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Hebreos 11:1 (Parafraseado)
Me he dado cuenta, con el paso del tiempo, que hay hombres que sueñan con hacer cosas grandes y no hacen nada. También me he dado cuenta que hay hombres que mueven al mundo mientras hacen realidad sus sueños y todos somos testigos de ello.
Yo quiero ser alguien así. Alguien que, sin importar las dificultades, no se de por vencido de alcanzar sus sueños.
Es imposible describir a cabalidad un sueño. Puedo tratar de contar, explicar y describir de la mejor manera lo que sueño, pero aún siendo el mejor orador, no logro detallar a cabalidad un sueño.
Las palabras del apostol Pablo vienen a mi mente mientras escribo: "Si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, pero conozco a un hombre que vió cosas que no le ha sido al hombre poder expresar" (parafraseo el versículo).
Entiendo con esto que los sueños vienen del tercer cielo, del lugar donde se ven cosas que no se pueden expresar, pero que son verdad.
Como dice la palabra, "no viendo las cosas que se ven, sino las que no se ven, porque las se ven son temporales, la que no se ven, son eternas".
Estoy convencido, porque lo he visto!!! que un día los jóvenes se casarán por amor y por voluntad de Dios, no por dejar embarazada a la jovencita. Estoy convencido que un día no existirá el divorcio en los matrimonios. Estoy convencido que un día los hijos crecerán en una hogar sólido, firme y estable que les permita desarrollarse bien y repetir en el futuro lo bueno que han vivido en sus hogares.
¿Sabes por qué estoy convencido?
Porque ya lo vi!!!!
Si pudieras ver mi sueño, me entenderías hoy!!!
Que el Señor te bendiga!! Te amo!!
gega
viernes, 29 de enero de 2010
miércoles, 6 de enero de 2010
Justificada y Perdonada
Juan 8-11
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Esta hermosa historia nos enseña que hay dos pasos que no pueden evitarse a la hora de sanar un corazón.
El primero paso: La Justificación.
Versículos del 7 al 9
Jesús nos da un cátedra de como se justifica el error ajeno. Note por favor que El no justifica la acción, justifica a la persona que ama. Note por favor, que no aprueba lo que la mujer ha hecho, si no que está decidido a cambiarle la vida para siempre.
Jesús justifica a la mujer delante de los hombres, enseñándole así el lugar que ella tiene para con Dios.
El segundo paso: El perdón
Versículos del 10 al 11
Jesús espera el momento apropiado. Existe una "necesaria soledad" con El, en la cual El dirá las palabras necesarias para que el corazón, una vez justificado por Dios delante de los hombres, se sienta perdonado por Dios y por los hombres.
El hace dos preguntas. No las responde, las responde la mujer. El hace una aseveración y da un mandamiento.
El corazón justificado y perdonado puede ahora inciar una nueva vida.
¿Estamos nosotros siguiendo el ejemplo de Jesús?
¿Estamos justificando y perdonando para cambiar vidas?
Que el Señor bendiga tu vida.
gega
lunes, 4 de enero de 2010
Guardándome para ser útil!!!
En el libro de Josué encontramos un relato muy interesante:
Josué 1:6
Esfuérzate y sé valiente; porque tu repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
Que gran responsabilidad la de Josué. Más de cuatrocientos cuarenta años después de que Israel llegó a Egipto con sus hijos, setenta en total, Josué es llamado para repartir la tierra. Dios le solicita que se esfuerce y que sea valiente, porque Él lo usará a el para cumplir una promesa que hizo hace mucho tiempo.
¿Qué tal que los padres de Josúe, Nun y su esposa, no le hubieran enseñado bien acerca de la torá?
¿Qué tal que Nun hubiera dicho, "no es para tanto esto de la ley, si josué está jóven, que disfrute"?
¿Qué tal que a Josué no le hubieran enseñado a darle importancia a las promesas de Dios?
¿Qué hubiera hecho Josué a la hora que Dios mismo, con voz audible, con el estruendo de muchas aguas, le ordena que cumpla la promesa que Él había hecho años atras y el ni siquiera supiera a que promesa se refería?
Ha llegado el momento de ser usado por Dios para que muchas de sus promesas se cumplan. Algunas de esas promesas nos fueron hechas a nosotros mismos y nosotros mismos veremos el cumplimiento de las mismas. Otras, se las hicieron a mis padres, mucho antes que yo fuese. ¿Estoy listo para verlas cumplidas en mi tiempo?
¿Verán mis hijos cumplidas las promesas que Dios me hizo a mi?
No desperdiciemos nuestro tiempo. Pongamos nuestros ojos en el autor y consumador de nuestra fe , Jesucristo, Señor nuestro.
Que el Señor te bendiga
gega
Josué 1:6
Esfuérzate y sé valiente; porque tu repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
Que gran responsabilidad la de Josué. Más de cuatrocientos cuarenta años después de que Israel llegó a Egipto con sus hijos, setenta en total, Josué es llamado para repartir la tierra. Dios le solicita que se esfuerce y que sea valiente, porque Él lo usará a el para cumplir una promesa que hizo hace mucho tiempo.
¿Qué tal que los padres de Josúe, Nun y su esposa, no le hubieran enseñado bien acerca de la torá?
¿Qué tal que Nun hubiera dicho, "no es para tanto esto de la ley, si josué está jóven, que disfrute"?
¿Qué tal que a Josué no le hubieran enseñado a darle importancia a las promesas de Dios?
¿Qué hubiera hecho Josué a la hora que Dios mismo, con voz audible, con el estruendo de muchas aguas, le ordena que cumpla la promesa que Él había hecho años atras y el ni siquiera supiera a que promesa se refería?
Ha llegado el momento de ser usado por Dios para que muchas de sus promesas se cumplan. Algunas de esas promesas nos fueron hechas a nosotros mismos y nosotros mismos veremos el cumplimiento de las mismas. Otras, se las hicieron a mis padres, mucho antes que yo fuese. ¿Estoy listo para verlas cumplidas en mi tiempo?
¿Verán mis hijos cumplidas las promesas que Dios me hizo a mi?
No desperdiciemos nuestro tiempo. Pongamos nuestros ojos en el autor y consumador de nuestra fe , Jesucristo, Señor nuestro.
Que el Señor te bendiga
gega
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